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La pandemia y su impacto en el financiamiento de automóviles

Gerardo San Román, Head of LatinAmerica de JATO Dynamics, contesta tres preguntas recurrentes ante el impacto de la pandemia en la venta de automóviles y el financiamiento.

¿Cual es el papel del financiamiento en la compra de autmóviles?

Gerardo San Román: El papel que juega el financiamiento es tan necesario que prácticamente es el que le da vida a las ventas, a ese nivel se encuentra. Ahora seis de cada 10 vehículos que se venden en el mercado, es decir 2 de cada 3 vehículos, se adquieren a base de financiamiento, ya sea de banco o financiera propia de cada marca. Considero que la industria del financiamiento de automotores es la cadena de tracción, el músculo que genera o facilita que la gente se haga de un vehículo. Es indispensable, no hay de otra.

 

¿Qué impacto ha tenido la pandemia en la venta de autos?

GSR: Si las ventas cayeron en el segundo cuarto del año pasado fue porque en general todo se detuvo. Pero aun así se siguieron vendiendo carros. Lo que te puedo decir es que en mayo, que se esperaba fuera el peor mes, se vendieron alrededor de 30,000 unidades, aún bajo estas condiciones extraordinarias. Creo también que a pesar del impacto en todos los niveles la venta de autmóviles, después de la onda de choque, empezó con un nuevo ritmo, más basado en la venta digital; la gente seguía buscando carros y formas de tener mayor o mejor conocimiento de los vehículos por Internet. Esto abrió un paradigma que muchos en México no querían atender, que son las ventas digitales, ya no hubo alternativa, fue meterse de lleno. Entonces, todo mundo empezó a buscar la manera de regularizar sus ventas en la medida que se pudiera, de obtener la ganancia por esos medios. Lo que generaron, si se puede mencionar como punto positivo dentro de la situación que se vivía o se vive, fue que toda esta cadena digital se activó de manera contundente; cuando se esperaba que esto ocurriera poco a poco a lo largo de cinco a diez años, la pandemia se convirtió en un catalizador enorme, como un turbocargador que entró y revolucionó todo.

Al final del año pasado se cerraron ventas por 950,000 unidades. Si lo comparas con el año anterior se puede decir que las ventas cayeron, pero no fue solamente por efecto de la pandemia, pues  el mercado mexicano ya venía de bajada, traía más o menos un acumulado de entre 30 a 35% con respecto a los últimos tres años. Pero si bien el miedo era que la pandemia le iba a dar la estocada final, en realidad no lo hizo como se esperaba, el resultado que se obtuvo no fue malo respecto a las circunstancias que se estaban viviendo. Este año se vio una recuperación relativa. Si queremos verlo desde cierta perspectiva, se trata de una recuperación de la pérdida que hubo, pero vamos más o menos de 13 a 15% por arriba del año pasado y se estima que este año vamos a cerrar entre el millón cincuenta mil y un millón cien mil unidades. ¿Qué es lo que te deja de resumen? Ventas en promedio entre 80,000 y 85,000 unidades por mes, con algunos meses como noviembre y diciembre en los que se espera estarán por arriba de las 100,000 unidades, esto porque siempre a final de año se superan estas cifras.

 

¿Cómo fue el impacto en los planes financiamiento?

GSR: Se vio como un gran esfuerzo que realizaron los departamentos de ventas, pero tampoco fue una reacción desesperada ni las financieras empezaron a regalar créditos: siguieron en la misma línea que traían, vieron qué les estaban funcionando, canalizaron las ventas a través de los planes que regularmente manejaban, no hubo que reinventar la rueda. Los planes y la oferta financiera que tenían les seguían funcionando muy bien, no hubo un boom o un rebrote muy fuerte de etapas subsidiadas. Siempre fue lo básico: lo que más busca la gente son planes que les permitan tener la facilidad o comodidad de un pago mensual.

Lo que puedo ver y esto no es efecto pandémico, es una reacción que ya se esperaba: que los plazos cada vez se van alargando más, incluso hasta 90 meses. Y esto tiene algo de bueno y algo de malo, porque a cualquier término crediticio al que le agregues la variable del tiempo lo que estás incrementando es XXXXX. Mientras más tiempo más XXX, que también tiene un efecto en el producto. Si los autos están diseñados para cambiarse cada cuatro o cinco años, y ahora la gente los cambia cada cinco, seis o hasta siete años con estos planes de 90 meses, ¿en qué momento vamos a darle la vuelta? Si el ciclo se prolonga se vuelve más lento. Esto sería la parte no tan positiva.

La otra parte es que seguimos teniendo una cartera vencida bastante saludable para el volumen que trae y para las condiciones económicas, políticas y sociales del país, aunado a un efecto global por la pandemia. Desde esta perspectiva el sistema financiero es fuerte, hay confianza y la gente está siendo responsable con las líneas de crédito; funciona para todas las partes. La gente tal vez pide créditos muy largos para poder prorratear tanto como sea posible la mensualidad, a cambio tiene una mensualidad baja y las financieras están dando todas las facilidades para que esto suceda y de esta manera poder desplazar vehículos nuevos. Este es el impacto amable, lo que la pandemia impactó realmente fue la digitalización, el proceso del marketing y la venta digital. el engagement con las marcas se fortaleció. Quienes no lo seguían tuvieron que hacerlo. Están surgiendo nuevas herramientas, a todos les empieza a funcionas.

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